¿Aún no utilizas tus créditos formativos para formar a tu plantilla? Descubre todo lo que necesitas saber sobre la formación bonificada y cómo puede beneficiar a tu empresa. Te lo contamos en este blog.
La formación bonificada, también conocida como formación programada o formación continua, es un sistema mediante el cual las empresas pueden obtener bonificaciones en las cotizaciones a la Seguridad Social al invertir en la formación de sus trabajadores.
Este tipo de formación está regulada por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) y tiene como objetivo mejorar las competencias y habilidades de los trabajadores, fomentando así su desarrollo profesional.
La formación bonificada se financia a través de las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social, por lo que las empresas pueden utilizar este crédito para formar a sus empleados sin coste adicional.
La formación bonificada consiste en la posibilidad de que las empresas deduzcan el importe invertido en formación de sus trabajadores de las cotizaciones a la Seguridad Social que deben abonar mensualmente.
Para acceder a esta bonificación, las empresas deben cumplir una serie de requisitos establecidos por el SEPE, como estar al corriente de pago de las cotizaciones sociales y presentar la documentación necesaria para justificar la formación realizada.
La formación puede ser presencial, a distancia o mixta, y debe estar relacionada con el puesto de trabajo o con la actividad empresarial.
Además, la formación bonificada se divide en dos modalidades: la formación programada por las empresas, en la que son las propias empresas las que deciden qué formación realizar; y la formación programada por los trabajadores, en la que son los propios trabajadores los que deciden qué formación realizar.
Para acceder a la formación bonificada, las empresas deben seguir los siguientes pasos:
1. Identificar las necesidades formativas de los trabajadores y de la empresa.
2. Planificar la formación: determinar los cursos y acciones formativas que se van a realizar.
3. Elegir un centro de formación acreditado: las empresas deben seleccionar un centro de formación homologado por el SEPE para impartir la formación.
4. Comunicar la formación a la representación legal de los trabajadores: las empresas deben informar a los representantes de los trabajadores sobre la formación que se va a realizar.
5. Realizar la formación: llevar a cabo los cursos y acciones formativas planificados.
6. Justificar la formación realizada: las empresas deben presentar la documentación necesaria para acreditar la formación realizada y poder obtener la bonificación en las cotizaciones a la Seguridad Social.
La formación bonificada puede ser impartida por centros de formación acreditados por el SEPE, como Aibe Formación
Estos centros deben cumplir una serie de requisitos y estar inscritos en el Registro Estatal de Entidades de Formación.
Además, los formadores que imparten la formación bonificada deben ser profesionales con experiencia y conocimientos en la materia que van a impartir.
Tanto los centros de formación como los formadores deben estar autorizados por el SEPE y cumplir con los estándares de calidad establecidos.
La bonificación en las cotizaciones a la Seguridad Social para las empresas se realiza a través de la aplicación de un crédito formativo.
Este crédito se calcula en función de la plantilla media de trabajadores de la empresa y de las cotizaciones a la Seguridad Social que haya realizado en el ejercicio anterior.
El importe máximo bonificable por trabajador y año es de 420 euros, aunque puede variar en función del tamaño de la empresa.
Para bonificar la formación, las empresas deben comunicar a la Seguridad Social la formación realizada y presentar la documentación necesaria para justificarla.
Una vez verificada la formación por parte de la Seguridad Social, se realizará la bonificación correspondiente en las cotizaciones a la Seguridad Social de la empresa.
En resumen, la formación bonificada es una herramienta clave para el desarrollo de los trabajadores y el crecimiento de las empresas. Al invertir en la capacitación de los empleados, las compañías pueden mejorar sus competencias y habilidades, lo que se traduce en un aumento de la productividad y la competitividad en el mercado.
Además, aprovechar los créditos formativos disponibles es una oportunidad única para las empresas de formar a su plantilla sin coste adicional. Por lo tanto, te animamos a explorar todas las posibilidades que ofrece la formación bonificada y a aprovechar al máximo este recurso para potenciar el talento de tu equipo y el éxito de tu negocio. ¡No dejes pasar esta oportunidad de crecimiento!